viernes, 27 de marzo de 2015

Pequeño silencio

Me identifico con la sombra que aún no proyecto.
Camino por las calles siendo otro.
Acometo la papiroflexia con folletos entregados en mano, no arrojar en la vía pública.
¿Quién? ¿Cuándo?
Lo cíclico del tiempo me tiene con un pulso de lavarropas en el cuore.
Algo es tango -o zamba- en este viernes sin espejos.
Cuatro domingos seguidos; uno real, tres ilusorios.
Cambian los disfraces, el maquillaje, pero el baile es el mismo. Acá y allá.
El lenguaje lo impregna todo, nos tiñe de aires señoriales y de bajíos, legado de La Conquista nada romántica.
Semilla semántica, labios esdrújulos (parece que te oigo), estanque que espera la piedra que rompa su quietud.
Y tu nombre, como ostinato.

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